Silla Emmanuelle. Tadao Ando expone que “La arquitectura sólo se considera completa con la intervención del ser humano que la experimenta”, pensamiento que aplica también para objetos que hacen parte de la rutina de nuestros días, muchos de ellos con una calidad estética que supera la misma función.
Es el caso de las sillas, estos elementos con respaldo, generalmente de cuatro patas y que buscan el confort para una sola persona… Así mismo, es fácil encontrar piezas que a través de la historia han roto esquemas y se han convertido en piezas icónicas que han logrado ser imagen de muchas portadas de revistas e incluso acompañar de manera muy puntual importantes escenarios… Es el caso de la Silla Emmanuelle, nombre adquirido gracias a una película erótica francesa de los años setenta. Su origen no es claro, pero todo indica que este prestigioso mueble de carácter real nació en Polinesia, que a finales del siglo XIX los franceses las incluyeron en la decoración de sus hogares coloniales.
La Silla Emmanuelle cuyo respaldo de gran volumen se despliega en forma de la cola de un pavo real, tiene un tejido particular de ahí su nombre y su fama como mueble fetiche para espacios interiores y exteriores, convirtiéndose en objeto del deseo para muchos… Todos queremos tenerla!!!
Detalles de diseño: Su auténtico diseño se caracteriza por la estética sensual de la estructura y la curvas tejidas en mimbre, ratán o fibras naturales, también es posible encontrar nuevas interpretaciones con aires industriales, combinación de textiles y colores atrevidos… Hay Silla Emmanuelle para todos los gustos, su singular diseño aporta un aire exótico y fresco a diferentes estancias, es que no es para menos… ésta hermosa silla brinda grandes posibilidades.
Cinco puntos a destacar: Forma, material, tejido, color, versátil.